Cuando llegué a la sala de estar, estaban sentados en el sofá, estaban muy serios, entonces es cuando empecé a preocuparme.
-Mamá- Hija, tenemos que darte una mala noticia. No te va a gustar nada pero solo tenemos esa opción.
-Yo- Papá, ¿Qué pasa? Decírmelo ya, ¿Qué ha pasado?
-Papá- Jessica cálmate, no te va a gustar pero el mundo no se acaba. A papá le han dicho en el trabajo que para permanecer en la empresa, tiene que trasladarse a Miami y solo tienes esa opción.
-Yo- Pero no te puedes ir tú y nosotras quedarnos aquí-llorando-.
-Mamá- Se cuanto te duele, pero no hay otro opción.
-Yo- No lo entendéis, no entendéis nada aquí tengo a mi amigas, aquí tengo a mi…. a mi mascota aquí tengo todo lo que quiero y no me podéis decir que nos tenemos que ir así como asi…-salí corriendo hacia mi habitación llorando.
-Papá- Jessica…
-Mamá- Es mejor dejarla, mañana será otro día.
No tenía ganas de hablar con nadie, ni con Dougie. Decidí no contarle nada, ya se lo explicaría con más detenimiento pero a Lucy no se lo podía ocultar. Lo que no sabía es que Dougie se lo preguntaría a Lucy. Suena el teléfono –ya no sonríe más se arregla toda si va a la discoteca…-
Yo-entre lágrimas- Síí?
-Dougie- Jessi ¿por qué no me has dicho que te tienes que ir a Miami?
-Yo- Por que no podía decírtelo, se me partiría el alma en solo pensar que me tengo que separar de ti.
-Dougie-No llores… ¿Te acuerdas lo que te dije cuando te pedí salir? Pues cuando me eches de menos recuerda esa frase y yo no estaré contigo físicamente pero si mentalmente.
-Yo- Pero es que justo cuando todo me va genial pasa esto y creo que nos vamos aquedar en Miami durante muchos años…